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Ya se conoce, casi en su totalidad, a los nuevos padres de la patria, y si bien el misterio ronda por el papel que cumplirán los debutantes, sobre todo los que lleva la fuerza fujimorista, a priori pareciera que tendremos un Congreso de la República con mayor debate y menos pérdida de tiempo, comparado con el que está por concluir sus funciones. Reiteramos: a priori.

Nombres como Salvador Heresi, Guido Lombardi, Yeni Vilcatoma, Francesco Petrozzi, Juan Sheput, Mercedes Aráoz, Carlos Bruce, Marisa Glave, “Vitocho” y los mismos Jorge del Castillo y Mauricio Mulder, por mencionar los de mayor recordación, nos hacen albergar la esperanza de que, finalmente, el Parlamento propondrá una agenda que se condiga con las necesidades de las mayorías. No olvidemos que el Legislativo es actualmente una de las instituciones estatales con mayor desaprobación ciudadana, tanto o más que el Poder Judicial.

Por lo demás, a la próxima representación nacional le compete resolver urgencias como la elección del nuevo defensor del Pueblo, y si Fuerza Popular cumple la promesa de su lideresa Keiko Fujimori de que como bancada preponderante tratará de buscar consensos y permitir que todas las tiendas políticas tengan voz y voto en el quehacer legislativo, entonces el panorama no se muestra muy desalentador.

Habría que ver también con qué ánimos aterrizan en el hemiciclo los parlamentarios del Frente Amplio. Verónika Mendoza plantea, entre otras cosas, el cambio de Constitución. No vaya a ser que Manuel Dammert y compañía lleguen con la sangre en el ojo y propongan más zancadillas que soluciones. Ya veremos.