La inminente llegada de Alejandro Toledo, quien enfrenta investigaciones por corrupción y está sujeto a extradición, ha generado nerviosismo en una gran parte de la élite local. Tanto es así, que en el mercado inmobiliario de Lima se ofrece en venta o alquiler la sede de una antigua y muy influyente ONG.

Esta situación ha causado profunda inquietud en políticos, exministros, excongresistas, exlíderes regionales, fiscales, jueces y empresarios, especialmente en el ámbito de los medios de comunicación. Incluso ciertas ONGs, periodistas, comunicadores y una larga lista de “notables” y opinólogos, quienes antes defendían fervientemente al “cholo sagrado”, también están preocupados.

El pronóstico del clima es desalentador, advirtiendo que las lluvias continuarán y se esperan inundaciones y deslizamientos de tierra en las próximas semanas. En el ámbito político, el pronóstico no es diferente. Se estima que Toledo, con el fin de acogerse a una presunta colaboración eficaz, hará declaraciones comprometedoras que involucrarán a sus antiguos colaboradores y revelará algunos secretos políticos.

Sin embargo, en los últimos días se ha intentado distraer la atención con una incautación de gran envergadura en una universidad de renombre, pero esta estrategia se ha debilitado debido a su falta de consistencia. Sin embargo, este no es el verdadero problema. El hecho de que dos ministros de Estado hayan participado activamente en estas acciones ha afectado la independencia del sistema judicial, lo que será aprovechado por Toledo para victimizarse y alegar que la justicia en Perú está politizada y que está siendo objeto de persecución política.

Así, de forma similar a una tragicomedia shakesperiana, podría llegar a su fin la vida política del que una vez fue líder anticorrupción y caudillo de un grupo con falsos valores que promovieron la división en Perú entre buenos y malos, corruptos e honestos, morales e inmorales, lo cual ha causado un daño irreparable a la sociedad peruana y es una de las principales causas de la crisis actual. ¡Bienvenido Toledo, que tiemblen chacanos y caviares!

TAGS RELACIONADOS