La decisión del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) en favor de la continuidad de Martín Vizcarra como candidato al Congreso, ha generado un revuelo en la campaña electoral. La denuncia la ha hecho el periodista Ricardo Uceda en La República. Los cuestionamientos no solo ocurren de parte de los rivales políticos del expresidente, sino también de la ciudadanía. Y eso es preocupante.

Es evidente que los ciudadanos están profundamente decepcionados de la clase política, pero lo peor es que tengan la misma percepción de nuestras instituciones. Que haya dudas sobre el JNE ya es un asunto delicado. Si visualizamos las reacciones sobre la decisión sobre el caso Vizcarra en su real dimensión, caeremos en la cuenta que se está poniendo en tela de juicio el proceso electoral.

Por eso, el presidente del JNE, Jorge Salas, salió rápidamente a descartar cualquier insinuación o sospecha. “Hablar de un fraude electoral es un hecho que no vamos a permitir”, dijo. Sin embargo, las dudas sobre su accionar están sembradas.

Para que se cumpla el objetivo de realizar elecciones limpias y transparentes, tiene un rol protagónico el JNE, que es el garante de que todo se desarrolle bajo la ley. Una buena labor en estas elecciones también motivará la confianza de la gente en sus instituciones.