GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

La segunda vuelta tiene una dinámica de elección entre dos opciones; no hay terceras posiciones. La línea política que podría llevar a la abstención, lanzada por Verónika Mendoza, oscurece el panorama, genera división democrática y confusión ética y política. Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski podrían estar cerca ideológicamente, pero no son intercambiables. No es lo mismo votar por una o por otro. Uno significa democracia y la otra, reminiscencia dictatorial y agravio a las libertades y derechos. Uno implica ostensible equilibrio de poderes; la otra, concentración casi absoluta, nefasta, como en los viejos tiempos.

El antifujimorismo que marchó el 5 de abril para decir “No a Keiko” debe ser consecuente y contribuir a impedir su llegada a Palacio votando por la opción PPK. Su investidura no agraviaría al país como lo haría el retorno del fujimorismo al gobierno, vía la hija del dictador con el mismo entorno que acompañó a su padre.

Nadie entendería la abstención de una izquierda que no ahorra justificados denuestos contra la candidata fujimorista pero la apoyaría por omisión. Lo que cuentan son los resultados, y una abstención sería una decisión de apoyo a Keiko Fujimori. No se trata de ideología, sino de consecuencia con la lucha contra la dictadura, que tanto costó social y políticamente. Si pretenden ser firme oposición al fujimorismo, no podrán hacerlo si este llega a Palacio con el Frente Amplio mirando a otro lado.

Son momentos en que toda la oposición democrática a Keiko debería estar conversando para concretar una plataforma mínima que permita el apoyo a PPK. No hay proyección hacia el bicentenario si en el presente no salvamos la democracia en riesgo. Es el momento de la consecuencia y no de la obsecuencia o la traición a esta imperfecta democracia que todos juntos rescatamos hace 15 años. Hacer política con base en principios y ética no permite aliarse fácticamente con el adversario. Hay una sola opción de oposición, y es el voto unitario por PPK con base en el diálogo y la concertación sobre una plataforma programática.

TAGS RELACIONADOS