Juan Landazuri Rickets: la sencillez y el humor ceremonioso de un Cardenal

Landázuri nació en Arequipa, el 19 de diciembre de 1913, y creció en un hogar fervientemente católico, donde descubrió obras de filosofía y biografías de hombres santos (en especial la de San Francisco de Asís) en la biblioteca familiar. Bajo ese contexto, tuvo una forma conservadora de interpretar diversos temas ocasionales. En su bautismo recibió el nombre de Eduardo Guillermo.

El 28 de abril de 1933, después de haber cursado tres años en la facultad de filosofía y letras de la universidad «San Agustín», ingresó en la provincia misionera de San Francisco Solano de la orden de Frailes Menores, donde recibió el nombre de Juan. Formado dentro del seno de la Iglesia Católica, ingresó a la Orden Franciscana, a los 17 años y estudió en el Convento de Ocopa, en Junín. El 16 de mayo de 1939 fue ordenado sacerdote.

En 1943 fue nombrado secretario de la delegación general de su orden, constituida por las autoridades centrales a causa de la guerra mundial; durante esos años visitó Estados Unidos y gran parte de Europa occidental.

De 1946 a 1949 frecuentó el Pontificio Ateneo «Antonianum» de Roma y obtuvo el doctorado en derecho canónico con la tesis sobre la enajenación de los bienes de los religiosos. A la vez siguió los cursos de especialización en el «Studium» del Concilio y obtuvo el respectivo diploma.

En junio de 1952 fue nombrado Arzobispo Coadjutor de Lima, y dos años después, en diciembre de 1954, a raíz de la muerte del Cardenal Juan Gualberto Guevara (su predecesor) fue nombrado Arzobispo de Lima, ejerciendo el cargo durante 35 años hasta 1989.

Juan Pablo II aceptó su renuncia al gobierno pastoral de la arquidiócesis el 30 de diciembre de 1989.

La tarde del 21 enero de 1990, el cardenal llegó a su departamento de La Victoria, sintiendo ‘un vacío’ en el pecho. Acababa de dejar la labor de pastor del Perú para darle la posta al monseñor Augusto Vargas Alzamora como Arzobispo de Lima. “Durante 38 años me acostumbré a gobernar, disponer, estar en actividad... y de pronto se acabó. Ya no tenía obligaciones pastorales, Mi rutina diaria cambió”, escribió cuatro años después sin saber que un cáncer se desarrollaba en su organismo.

Por decisión propia se alejó de la prensa, pues ‘no quería mermar’ la labor de Vargas Alzamora, aunque siempre los periodistas lo buscaban en su casa para consultarle sobre temas de actualidad.

Y a sus más de 75 años estudió alemán porque aún quería seguir en contacto con los miembros de la Arquidiócesis de Friburgo con quienes trabajó durante su labor en Caritas del Perú. Ocupaba sus días con lecturas y ejercicios, hasta que su salud se lo permitió.

La muerte lo alcanzó el 16 de enero de 1997, a los 83 años. Más de 50 mil personas le dieron el último adiós en la Catedral de Lima.

Dato

Participó en los cónclaves para elegir a Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II. Fue Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana durante 33 años.

Asistió a las Conferencias Episcopales Latinoamericanas de Río de Janeiro (1955), Medellín (1968), Puebla (1979) y Santo Domingo (1992). Igualmente, asistió a todos los Sínodos de Obispos desde 1967 hasta 1987.