El año está por acabarse. Y ha sido un 2025 gastronómicamente movido no solo por las nuevas aperturas y apuestas que han sido varias, sino también por las cenas y eventos que se han realizado en la ciudad, y había que decir también en el país, entre cocineros locales y la visita de extranjeros. La última semana, por dar un ejemplo, Daviz Muñoz de DiverXo visitó La Mar, Ricardo Goachet cocinó en Tragaluz junto a Ricardo Ehni, Indio estuvo en Gaijin y así podría mencionar varios eventos más.

En esta nota hablaremos de Banh Mi, uno de los restaurantes jóvenes que tenemos actualmente, por no decir nuevo, y que recibió a Ricardo Martins de Siete y La Perlita, en una sabrosa y entretenida cena a cuatro manos. Felipe Salas, cocinero ecuatoriano y uno de los creadores de Banh Mi, en la mira de muchos por su premio al restaurante “One to Watch” en la lista de los 50 Mejores Restaurantes de Latinoamérica por Clara, otra de sus propuestas en Quito, estuvo de visita en la ciudad, y eligió a Ricardo Martins para el primer evento a cuatro manos del restaurante. Martins que ya tiene amplia experiencia en el mundo de restaurantes locales, supo notablemente adaptar su propuesta a los poderosos sabores del sudeste asiático que tanto caracterizan a este hermoso local en la Av. La Mar.

Los vinos estuvieron a cargo de Cordial, y los cócteles a cargo del propio restaurante, que tiene una entretenida barra que si hasta el momento no han probado recomendamos visitar, ya que por la noche tiene mucha onda y muy buena música.

SABORES. La carta se dividió en dos, los platos presentados por Ricardo, y los de Felipe. Platos pequeños, medianos y un postre cada uno. Pudimos probar de Ricardo, el sashimi de pesca del día, ponzu, ají limo fermentado, katsuobushi y nabo amarillo; fresco y elegante. El bao de asado de tira, kimchi de fresas, alioli y pickles. La pesca del día al curry verde, variada, plátano bizcocho y arroz basmati. Un plato que nos lleva directo a sus días en Félix, y que era de nuestros favoritos. Siguen las berenjenas “Fish Fragant”, cangrejo popeye y acompaña arroz al coco y vinagre chinkiang. De nuestros platos favoritos de la noche. Igual que la tortilla de erizos y curry rojo, de Felipe Salas que encantó. La acompaña un crujiente pan para poder remojar en la salsa.

RECORRIDO. Seguimos con la carrillera de res, curry de coco caramelizado, pasta de camarón fermentado y un perfecto thai sticky rice y Ssam de lechuga. Magnífica receta, por la textura de la carne y el sabor del aderezo. Platos para compartir, plenos de sabor, que tras una pretendida simplicidad esconde una tremenda complejidad técnica. Cerramos con broche de oro con el Pho, servido con todo el pato, aromatizado con estrella de anís y canela. Magret, un maravilloso Foie Gras, crocante por fuera y cremoso por dentro; y udon salteado al wok con confit de pato.

DULZURA. Para los postres siempre hay espacio, y en esta oportunidad probamos ambos: tapioca chewy, con mango fresco, helado de coco, menta y chili oil, fresco y sabroso. Y el segundo, de Martins, un sticky pudding de dátiles, miso y helado de vainilla estrellada, muy bueno. Vuelvo a decir en este espacio, que propuestas de cocina internacional, como en otras grandes capitales del mundo, hay pocas. Banh Mi demuestra que el público local busca y recibe abiertamente estos nuevos sabores, y estas cenas son entretenidas y retadoras para los cocineros locales.

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