Un mes atrás, en este mismo espacio, reparábamos en la cita no oficial que tuvo Dina Boluarte con César Acuña en Palacio de Gobierno. El gobernador nunca mencionó ni explicó a qué se debió esa reunión que no quedó registrada entre sus actividades de esos días en la capital del Perú. Los siguientes días nos darán más luces, decíamos entonces. Y, en efecto, así ha sido.

Ayer se supo, a través de informaciones periodísticas, que el gobierno de Dina Boluarte designó a 11 subprefectos provinciales y distritales del partido Alianza Para el Progreso. Esto, además de otros que figuran como invitados en la organización que lidera Acuña. La prefecta de La Libertad, Carolina Velasco, si bien no forma parte de APP, sí tiene una cercanía con dicho partido, evidenciada en el último año.

Pero más llamativo aún ha sido la reciente designación de uno de los hombres de confianza de Acuña desde sus tiempos de alcalde de Trujillo. David Calderón de los Ríos ocupa ahora dos cargos de relevancia cultural en La Libertad: es titular de la Dirección Desconcentrada de Cultura y del Proyecto Especial Complejo Arqueológico Chan Chan. Hay en Trujillo especialistas mejor dotados para dichos cargos, pero el Ministerio de Cultura optó por concentrar las dos direcciones en uno de los hombres más leales que tiene Acuña desde hace dos décadas.

La semana pasada Acuña llevó a más de 70 alcaldes de La Libertad a una audiencia con Boluarte en Palacio. Fue, por supuesto, un gesto político a favor de la mandataria. En paralelo, claro, declaraba a los medios nacionales que su partido sigue apostando por el adelanto de elecciones, aunque remarcando que la renuncia de Boluarte no soluciona nada. Es decir, el mismo argumento que la presidenta esgrime.

¿De verdad Acuña quiere adelanto de elecciones? Es obvio que le conviene que Boluarte llegue al 2026.