Cierre de brechas por Rafael Zacnich (OPINIÓN)

El cierre de brechas sociales es una tarea urgente no solo en nuestro país, sino también a nivel global. En el Perú, a fines de 2018, se estableció un cierre de brechas de servicios básicos de largo plazo hacia 2038.

Desde ComexPerú, elaboramos un seguimiento al avance en el cierre de brechas, que evidencia que múltiples sectores a nivel nacional retrocedieron, más aún en la etapa de pandemia. En el caso de Piura, resalta la caída en la cobertura de agua urbano, que pasó de 92.62% a 91.18% entre 2019 y 2021; el retroceso en saneamiento rural, que pasó de 41.56% a 32.46% entre 2019 y 2021; la caída de la cobertura de electricidad rural, que pasó de 90.11% a 88.13%; y el retroceso de la cobertura móvil, que pasó de 91.82% a 88.93%. Mientras que las mejoras más importantes del departamento se dieron en conexiones de internet, medido en número de suscripciones con una velocidad mínima, que pasaron de 78,245 a 111,444, entre 2019 y 2021; y carreteras, medido en kilómetros (km) de vías pavimentadas, que pasaron de 1,925 km a 2,173 km.

Los resultados en agua y saneamiento deben de llamar fuertemente la atención en la población piurana, más aún en sus autoridades. Según el Plan Nacional de Saneamiento 2022-2026 y la Encuesta Nacional de Programas Presupuestales 2021, Piura aún está lejos de sus metas de cobertura para el año 2025. Por ejemplo, en lo que respecta a cobertura de agua urbano, la meta es del 97.58%; mientras que para saneamiento rural, es del 59.78%.

El gobierno regional y las municipalidades tienen trabajo por delante. 2025 está a la vuelta de la esquina y brindar servicios de calidad para la mayor parte de su población es su responsabilidad. Los funcionarios públicos encargados de administrar los recursos de todos deben tomar conciencia de que cuando no se ejecuta correcta ni oportunamente, alimentamos el descontento de la población.

Un descontento que, como hemos visto en los últimos meses, viene siendo utilizado por personas con ideologías fracasadas, para imponer una nueva Constitución que le abra las puertas a, por ejemplo, volver al Estado Empresario y desincentivar la inversión en nuestro país, con la afectación que ello implica en los recursos públicos. Esa película ya la vivimos y no debemos volver a repetirla.