Llevando la política al fútbol, al fin y al cabo en ambas facetas se pierde o se gana y a veces con jugadas arteras, ¿cuál de los candidatos que buscan alzarse con la victoria para gobernar el país en el siguiente quinquenio sería un símil del “Cabezón” Juan Reynoso, el entrenador peruano que lidera la competitiva Liga MX al frente del Cruz Azul, con nueve triunfos al hilo?

Yonhy Lescano podría levantar la mano y decir: “Yo mismo soy, porque también me llaman ‘Cabezón’”, sin embargo, lo que está encumbrando al ex capitán de la Selección Nacional es su carácter, autoridad y, sobre todo, estrategia e inteligencia para solucionar los problemas en la cancha. Nada de retórica inflamada. Entonces, reformulamos la pregunta: ¿qué postulante presidencial reúne estas características para que el votante apueste a ganador?

Por ejemplo, el Perú está tomado por la delincuencia común y el crimen organizado. De ahí la necesidad de un mandatario que, como Juan Reynoso, imponga respeto con un buen defensa central (ministro del Interior), arropado por un compañero de zaga (comandante general de la PNP) operativo, funcional y de juego limpio (tolerancia cero a la corrupción). ¿Lescano? ¿Forsyth? ¿López Aliaga? ¿Keiko? ¿Verónika? ¿Quién?

Reynoso se jala los pelos, ronca y cuadra a sus jugadores cuando no aplican la táctica trabajada. Y mueve sus fichas sin contemplaciones. El próximo jefe del Estado debe hacer lo mismo con sus ministros. Tendremos pandemia para rato y resulta imperativo apuntalar al país en todos sus flancos: sanitario, económico, educativo, productivo, asistencial, etc.

Que los Apus nos ayuden a identificar a ese Juan Reynoso entre los candidatos, y nos den la mano en la conformación de un Congreso comprometido, representativo y con sensibilidad social. Basta ya de tanto divorcio entre Ejecutivo y Legislativo.