Hoy, poco antes de las 20:00 horas, arribará al Perú el primer lote de vacunas contra el COVID-19 y con esto se iniciará una carrera contra el tiempo para inmunizar a ese pequeño, pero a la vez gran grupo de peruanos que lleva casi un año enfrentándose a la pandemia desde la primera línea.

Pero estas 300 mil dosis que llegan al país también representan la esperanza, la luz al final de un túnel que toda la ciudadanía viene buscando desde el 16 de marzo del 2020, cuando iniciamos una serie de medidas para soportar el embate del coronavirus. Aún no salimos de ese túnel, pero vislumbramos una salida, algo que hasta hace unas semanas no podíamos imaginar siquiera.

Ese avión que con el transcurso de los minutos se acerca más al Jorge Chávez no solo encierra una promesa. También trae consigo un nuevo llamado a la responsabilidad ya que la llegada de las vacunas y el inicio de las inoculaciones no significa que la pandemia ya ha terminado.

El camino aun es largo y las medidas sanitarias deben seguir cumpliéndose para bajar la ola de contagios y evitar volver a nuevas y más fuertes restricciones. La esperanza llega, pero no debemos bajar la guardia.