Ya veremos el perfil de gobierno que impone el demócrata Joe Biden, pero Estados Unidos, la gran potencia mundial, no puede volver a sentar en la Casa Blanca a un personaje zafado y troglodita como el republicano Donald Trump, que además se ha convertido en el primer presidente norteamericano en perder la reelección en los últimos 28 años, desde la derrota de George H.W. Bush en 1992, frente a Clinton.

A los peruanos -que nos alistamos para cambiar democráticamente a Martín Vizcarra en 2021- nos interesa saber: ¿por qué el mandatario del alambicado peinado acaba de perder un segundo período en EE.UU.? “Trump no tiene a nadie a quién culpar más que a sí mismo; él es el Presidente”, contestó el experto en temas electorales Allan Lichtman a BBC Mundo. Conclusión 1: necesitamos un jefe de Estado con liderazgo.

Y cómo no si le dio la espalda al letal coronavirus y hasta recomendó tratar a los pacientes con luz ultravioleta o una inyección de lejía. Solo un locumbeta, alguien fuera de sus cabales, puede mostrar tamaño nivel de irresponsabilidad frente a una pandemia que ya se acerca a los 240,000 fallecidos en la tierra del Tío Sam, desdén del mismo calibre como cuando negó la crisis climática y pidió “olvidar los mensajes apocalípticos”. Conclusión 2: No a los fanfarrones y vendedores de sebo de culebra.

El otro talón de Aquiles de Trump fue hacer oídos sordos al clamor de las calles, que demandaban justicia social, sobre todo luego de la muerte de George Floyd, un afroestadounidense que estaba bajo custodia policial. Se puso tapones, acusó radicalismo y metió un portazo a la concertación. Craso error que debe haberlo despeinado más. Conclusión 3: la empatía, con chicharrón incluido, es básica para un candidato.

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