La relación de Perú Libre con Dina Boluarte se comenzó a deteriorar rápidamente tras la posesión presidencial, alcanzando un punto de no retorno en enero del año pasado, cuando fue expulsada por la comisión de disciplina del partido.

Las salidas de Perú Libre por el liderazgo autócrata de Cerrón, comenzaron con el congresista Bermejo y terminaron con la salida de Guido Bellido, dejando a la otrora mayoría congresal con solo 15 curules. Pero, si en Perú Libre habían explicitado la poca simpatía por Dina Boluarte, tuvieron la oportunidad de evitar su asunción presidencial por medio de que prosperasen las denuncias referidas al caso Club Apurímac, en la subcomisión de Acusaciones Constitucionales, pero no lo hicieron. Los 3 integrantes de Perú Libre votaron en bloque por el archivamiento, salvando a Dina, mientras que la derecha votó en contra del archivamiento, en una votación de 13 contra 8.

Esta votación tuvo lugar el 5 de diciembre, 2 días antes del autogolpe de Estado perpetrado por Pedro Castillo. Ha trascendido que Pedro Castillo había hecho gestiones ante el gobierno de México para pedir asilo desde agosto del año pasado, así que las manifestaciones violentas de diciembre estuvieron planeadas con antelación, la idea no era perder el gobierno así no más para entregárselo a la derecha en una sucesión de Williams, que al haber sido militar no negociaría ni renunciaría.

Así que, dejar a Dina facilitaba hacer el sacrificio de dejar el gobierno para alcanzar un objetivo político más ambicioso, que era deshacerse de la Constitución vigente —aquí vale tener en cuenta que, ante este objetivo, las enconadas rencillas entre el Sutep y Fenate se desvanecieron—, la tenían medida, pero el cálculo les salió mal y Dina no se ha ido como esperaban.

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