Ballaró, 6 razones
Ballaró, 6 razones

Por Javier masías @omnivorusq

Qué raro que hace ocho meses, cuando abrió Ballaró, nadie se diera cuenta. El chef no está en un conocido local, pero regentaba con mucho éxito en Cosa Nostra, un sitio italiano famoso en Cusco. Ahora Ballaró es el único de su tipo en el malecón de Chorrillos y, dada la afición local a la pasta, sorprende que no pare lleno. Va una razón para ir a visitarlo: casi siempre hay sitio.

La segunda es que la carta no es extensa y es fácil de entender. Es decir, tiene las referencias de siempre -abusan de la crema, me parece, nada que no se vea normalmente en los restaurantes italianos de Lima- pero hay cosas muy sabrosas -el pesto es excelente, la salsa de hongos está bien, la de gorgonzola funciona y la de tomate se prepara con cariño y tomates frescos, cosa rara en Lima-. Los ñoquis y los ravioles los hacen en casa (entre S/.29 y S/.34 y están muy buenos, especialmente los rellenos de zapallo) y el resto es pasta importada italiana servida al dente. No espere malabares y grandes proezas, tampoco que lo hagan llorar de emoción.

Es una cocina correcta y sin arte, a la que no se le puede pedir más por los precios que marca: el carpaccio nacional vale S/.30, una excelente berenjena a la parmesana está a S/.29, y las bruschettas valen entre cuatro y ocho soles, son todas buenas y en promedio mejores, a pesar de su simpleza, que la mayoría que sirven en otros establecimientos, así que en el precio tiene una tercera buena razón para visitarlos. La cuarta son los cannoli, una versión más rústica y honesta que la que suele encontrarse en la ciudad. Valen S/.24 y son deliciosos (especialmente si no hace mucho caso a la salsa de chocolate de frasco que le ponen abajo).

La quinta es la carta de vinos. El más caro vale S/.170, pero la mayoría está alrededor de S/.70 y si bien no son grandes ejemplares, permiten disfrutar apropiadamente la comida. Digamos que si van cuatro personas y piden dos entradas para picar y una pasta para cada uno, con una botella de vino, podrían gastar poco más de S/.60 por persona y pasar un rato grato (sí, en algo recuerda al viejo Patagonia de la calle Bolivar cuando abrió y los precios se justificaban plenamente).

Si quiere pedir algo que no sea pasta, tome en cuenta que el precio puede llegar a duplicarse y no necesariamente vale la pena. Es decir, la sopa de pescado (S/.59) y el pez espada con aceituna y alcaparra (S/.35) son deliciosos y honestos, pero no para perder la cabeza. Y definitivamente evite el lomo con salsa de hongos que viene con un puré de papa excesivamente suelto, casi una sopa (S/.55).

La sexta razón es la vista de la mesa pegada a la ventana del segundo piso, que debe ser una de las mejores de la bahía de Lima. La arquitectura austera impone sus límites -el establecimiento parece una casa adaptada como restaurante-, pero siempre puede sentarse en el primer piso en un salón apropiadamente iluminado.

Ballaró

Malecón Grau 1157, Chorrillos. Teléfono: 248-1594. De martes a sábado, almuerzo y cena. Domingo solo almuerzo y cierra los lunes.