Barra mar: correcto, veloz y barato

Actualizado el 04/10/2015, 11:46 a.m.

Por Javier Masías @omnivorusq

El nombre lo dice todo: Barra mar es una barra cevichera que sirve comida marina en la calle La mar. La carta tiene pocas referencias, como se estila, aunque algunas variaciones, a precios muy buenos. El secreto para lograrlo consiste en ejecutar todo con pocos productos y hacer elaboraciones que no involucren mayores complicaciones: pejerrey, mariscos o “pesca del día” -normalmente cabrilla- en ceviche, tiradito, leche de tigre o dos formas de arroz. Al final, un par de combos o combinados para el que tenga mucha hambre y quiera probar de todo.

Algunas cosas me gustan más que otras. La leche de tigre tradicional es imbatible a S/.14. El tiradito de pejerrey a S/.20 también está muy bueno. El arroz con mariscos a S/.25 se saltea en un wok, lo que le otorga una extraña nota ahumada, que podría o no gustarle. El chaufa está bien, y mejor si acepta que le añadan cecina por S/.5. Ojo: en el caso de los arroces, la cantidad de proteína no es proporcional a la de carbohidrato sino al bajo precio.

Un par de cosas deben mejorar. Primero, el espacio ofrece sánguches de pejerrey arrebozado en tres variaciones: con criolla y tártara de rocoto, con nabo encurtido y toques orientales o con col y salsa agridulce. El cobro es según el tamaño: si mide 15 cm cuesta S/.10, si mide 30 cm, S/.18, y si mide 60 cm, S/.35. Por S/.3.50 le ponen palta a cualquiera. El problema es que el arrebozado es demasiado grueso y casi no cruje. Si uno se fija con atención, bajo la costra leve de la fritura hay masa cruda que, en la boca, desaparece al protagonista, que debería ser el pescado. Lo segundo es el servicio. La cocina es atenta y veloz, pero cuando se le pregunta al mesero en qué consisten los toques orientales o de qué está hecha la salsa agridulce, simplemente se niega a informar. “Es lo que dice la carta”, dice como única respuesta, señalándola con el dedo índice justo donde le faltan precisiones. Como fuera, es, claramente, la opción más barata y rápida del vecindario, y el sabor, la mayoría de las veces, es coherente con ello.