“Como siempre, lo urgente no deja tiempo para lo importante”. Esta frase del genial historietista argentino Joaquín Salvador Lavado, popularmente conocido como “Quino”, grafica lo que viene ocurriendo en nuestro país con tanto ruido político; ubicando los reflectores en temas que, si bien son urgentes para algunos, invisibilizan los temas importantes en los cuales deberíamos estar enfocados a fin de lograr un Perú sostenible en términos sociales, económicos y ambientales.

En efecto, en enero del año pasado, sucedió el mayor desastre ecológico en el Perú (calificado así por la ONU) originado por el derrame de 12 mil barriles de petróleo en el mar de Ventanilla por la empresa Repsol; un hecho que el ruido político ha desplazado a pesar del enorme impacto que ha tenido en lo ambiental, social y económico. Hecho que, además, deberíamos tenerlo presente para evitar que se repita la misma historia.

Ello queda claramente demostrado en el reciente informe publicado por Environmental Defense Fund (EDF) y ConCiencia Marina, el cual señala que a la fecha no se habrían terminado de reparar los daños causados al ecosistema ni a las 62 playas afectadas; y aún existirían comunidades pesqueras ribereñas impactadas por el desastre que requieren ser atendidas. Al respecto, cabe precisar que si bien están en proceso una serie de acciones legales en contra de la empresa, que involucran importantes indemnizaciones, lo fundamental es brindar una solución para los pescadores artesanales; que además -como señala el informe- han visto perjudicada su salud emocional.

El cuidado del ecosistema marino y la protección de nuestro mar, que es el quinto más productivo del mundo, es un pilar fundamental para el sector pesquero; así como el desarrollo y cuidado de nuestras comunidades cuyo sustento depende de lo que nuestro mar ofrece. Que la crisis política que venimos atravesando no siga dejando de lado estos temas de vital importancia para el desarrollo futuro de nuestro país.

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