Manifiesto, nueva propuesta
Manifiesto, nueva propuesta

Por Javier Masías @omnivorusq

El último cambio de cara del restaurante Manifiesto llega bajo el slogan Sharing food, en español “comida para compartir”, y profundiza en el camino que habían elegido hace un año, cuando decidieron dar el giro a gastrobar. Ahora las cosas están mucho más claras.

La carta es amplia y sencilla, para picar y compartir, con todo tipo de proteínas y una sección de platos vegetarianos. El carpaccio con merengues de vinagre no es una novedad pero es delicioso. Tampoco lo es el tiradito de maracuyá, pero funciona bien. Los niguiris de pesca del día no son una obra maestra pero cuestan S/.22 y, solo por el arroz, le ganan a casi cualquier cosa que pueda comer en Edo y algunos otros establecimientos especializados. Y los spring rolls de verduras son correctos y sabrosos.

Llaman la atención los precios bajo cero, considerando la ubicación y la propuesta gastronómica. Los platos de carne promedian S/.30 y los de pollo y pato S/.26. Los dos más caros, un pesque de quinua negra con cordero que tiene un tiempo ya en la carta, y los langostinos al ajillo valen S/.40. Hay cosas por mejorar, lo más llamativo unas croquetas de mac ‘n’ cheese que en lo personal preferiría fuera de la carta. El bun de cerdo está bien, pero la categoría se ha vuelto tan competitiva en la ciudad que debería prestársele más atención para lograr un juego más claro de texturas. De manera parecida ocurre con la carrillera doce horas -¿la ha visto alguna vez a treinta soles?-, pero los ñoquis de beterraga podrían tener mejor textura y demandan un sabor mucho más pronunciado. No es comida para pensar demasiado, por más que aquí y allá aparezcan buenas ideas. Por un precio mayor el restaurante estaría en capacidad de llevarlas al límite y, probablemente, satisfacer a comensales mucho más exigentes, pero da la impresión de que ese no es el objetivo. La propuesta está diseñada para divertir al comensal de a pie mientras toma una copa y no es difícil que eso ocurra sino todo lo contrario.

Sobre la carta de cócteles se repite la lógica de las comidas: los precios son excelentes, la calidad es coherente y salvo una que otra gracia decididamente obsoleta -uno se pregunta por qué hay copas que incluyen gelatina en las preparaciones, y de manera tan protagónica- son invenciones correctas. Basta con precisar lo que a uno le interesa al momento de efectuar la orden.

Es claro que el nuevo Manifiesto no aspira a hacer historia, pero está mucho más cerca del limeño promedio y satisface una demanda de precio amable con calidad coherente en un lugar agradable y cálido.

Restaurante Manifiesto. Calle Independencia 130, Miraflores. Teléfono: 2495533. Atención: de lunes a sábado, almuerzo y cena.