“Lo que hace un buen pollo a la brasa es su pellejo que logra un sabor intenso y su carne que queda jugosa al calor de las brasas con un ahumado perfecto. Lo clásico es acompañarlo de papas fritas crujientes”, comenta Jimena Agois, periodista y fotógrafa gastronómica.
“Lo que hace un buen pollo a la brasa es su pellejo que logra un sabor intenso y su carne que queda jugosa al calor de las brasas con un ahumado perfecto. Lo clásico es acompañarlo de papas fritas crujientes”, comenta Jimena Agois, periodista y fotógrafa gastronómica.

Según la Asociación Peruana de Avicultura, en nuestro país existen alrededor de 13 mil pollerías, cifra reportada hasta el año pasado antes de esta fecha tan celebrada por todos los peruanos cada tercer domingo de julio, el famoso Día del Pollo a la Brasa. La APA también estimó que en el 2019, se consumieron durante este día, más de un millón de platos a nivel nacional. Siempre hemos sabido que el Perú es un país pollero pero la fiebre que se desata cada año alrededor del pollo a la brasa es muchas veces abrumadora.

Para que se hagan una idea, fueron más de 100 días que duró la cuarentena estricta en nuestro país, y cuando se retomaron los deliverys, fue tal el furor en los pedidos, que muchas pollerías tradicionales tuvieron que suspender la atención y pedir paciencia a sus clientes debido a la alta demanda que colapsó sus cocinas. Pero ¿qué hace que el pollo a la brasa sea un platillo tan solicitado y que miles de peruanos no puedan resistirse a él? Más aún, que no puedan replicar su incomparable sabor en otros países por más que muchos lo intentan? ¿Será el fuego de sus hornos? ¿La leña que se utiliza o el aderezo con el que se sazona? o es una combinación de todos los anteriores?

Irresistible

Lo que hace un buen pollo a la brasa es su pellejo que logra un sabor y dorado intensos, pero al punto perfecto que lo deja crujiente y no chicloso. Su carne queda jugosa al calor de las brasas con un ahumado perfecto.

Lo clásico es acompañarlo de papas fritas crujientes, pero ahora son varias las combinaciones con las cuales disfrutar de este platillo nacional. Chaufa, tallarines verdes o a la huancaína, ensalada cruda o cocida, las opciones varían dependiendo de lo que pida el cliente.

El ají pollero y la mayonesa son infaltables y si de paso lo acompañamos de una dulce Inca Kola para los peruanos la gratificación emocional es inmediata.

El pollo a la brasa se come en todos los estratos sociales, y es un platillo que podemos encontrar a un sinfín de precios. Lo que podríamos llamar un ¨fast food¨ somos capaces de convertirlo en un gran festín debido a nuestra forma de socializar a través de la comida. Hoy en día el delivery es donde más se pide por la pandemia, pero previa a ella ha sido platillo de oficina también. Almuerzos con compañeros de trabajo, amigos, cumpleaños, con la familia los fines de semana y hasta en ocasiones especiales celebramos a lo grande con un banquete de estos.

El próximo 18 de julio se celebra en nuestro país el Día del Pollo a la Brasa, con pollerías abiertas con protocolos de seguridad y aforos; autos circulando los domingos y muchísimas opciones de deliverys activos al 100%. Recuerde decidir su pedido con tiempo o reservar sus mesas con anticipación, la alta demanda puede hacer que su comida llegue con retraso.